Paseo
por el centro de la ciudad,
flanqueo las tiendas,
observo detenidamente
este mar
de coches
que escupen metástasis,
de neones
y corazones desgastados,
de moscas
que nunca hacen caso,
de escaparates
con celofán de colores.
Y justo
sube por la calle
una chica especialmente bonita
con unos pantalones
anunciando
la llegada del verano
y que huele
a otro mar distinto,
como recién llegada de la playa.
Sobrepaso los escaparates
titubeante
buscando
aquello que deseo,
pregunto incluso
en objetos perdidos
de la policía local,
pero no lo encuentro:
amor,
escaparate
de lo que no está en venta.
Lo que yo busco
no se vende
ni se compra,
en todo caso
se tiene,
aunque yo
lo haya perdido.
lunes, 29 de junio de 2015
martes, 9 de junio de 2015
Violento amor
SUCH |
Qué bien cuando viene la calma,
que todo se asienta.
Como cuando calzas con un cartonzillo
una mesa coja,
como el cigarro de después,
como cuando la marea
ya no arrastra.
Qué tranquilidad,
y qué azules esos ojos,
en los que dan ganas de zambullirse
en ese mar que llevas,
de no salir
y terminar arrugado
como un garbanzo.
Y qué jodido
que mi vida
tienda al caos
y no tus culottes
en el balcón de tu casa.
Que lástima que al final,
siempre hay un silencio...
( S i l e n c i o )
que deriva en caos.
Que siempre pasa,
por encima,
que todo se rompe,
r
e v
i e n t
a,
se destruye
y vivir de nuevo
un Hiroshima
sentimental.
Que a cada paso,
más lejos de ti;
y a cada beso,
más seguro.
Qué lástima que tus besos
no busquen lo mismo que los míos
y todo termine
estallando
por los aires
y tú
siendo astilla
en mi pecho.
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