martes, 18 de agosto de 2015

(Ana)tomía



Lo que quede de mí
cuando me vaya
será una estampita de plata
y un cáctus agonizando,
me dijiste.

Pero aún quedaron de ti
días largos
de partidas de UNO,
de quimio,
de radio,
de comida de hospital,
de noches largas en una butaca,
de cigarros a escondidas,
de olor a desinfectante.

Siempre sentí
que detrás de aquella piel de color ámbar,
de los ojos ojerosos y oscuros como un agujero negro supermasivo
centro de mi Galaxia espiral,
más allá de la ropa de hospital mal planchada,
de tu boca, con la mía, cuando se hacía mar
detrás de la sal. La arena, las caracolas y el acantilado;
incluso más allá de ese bulto,

estaban las verdades.

Lo importante 
por delante de lo urgente:

La vida...

que tiene forma de bulto.

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