domingo, 19 de enero de 2014

Lo que da una visita al médico



Ayer empecé mi huelga de buenas noches, 
demasiadas sin ser buenas.
En general demasiadas noches

desde que el insomnio
decidió ser compañero de cama
sin si quiera preguntar.

"El problemas lo tiene usted ahí dentro"
me decía el médico

mientras señalaba mi cabeza.
Y sí, lo jodido siempre está en la cabeza,
hasta en el amor,
el corazón, queramos o no,
está sobrevalorado.

"¿Hay algo que le inquiete?".

Esa pregunta me hace recordar demasiado.


Me inquieta el que te fueras
sin ni si quiera haber llegado;
que la facilidad con la que te quiero

no la tenga para quererme a mi;
que lo que más me gustaba de mi
era el contigo,
y ahora, lo que más odie de mi
es el sin ti.

Eso, me inquieta.


Temo olvidar dormir
como temí que mi piel
dejase de oler a la tuya.
Últimamente todo aquello que temo

se convierte en verdad
y todo lo que deseo que sea verdad
termina siendo palabras,
o silencio.

Y me siento muerto
en este lado de la vida,
preguntándome si estará lloviendo
también en tu habitación.

Una vez me dijiste
que las palabras lo estropean todo
y yo empecé a escribir.

Y a estropearlo.

Los escombros de Hiroshima
son una broma
comparado con lo que tengo por dentro.

"¿Qué le pasa?" insiste el médico.

La vida es lo que pasa.

4 comentarios:

  1. Como rasga y desgarra por dentro.

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    1. Gracias por leerme y por dejar aquí tu imprenta, qué bonito sentir el calor de la gente que está al otro lado de la pantalla. Gracias.

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  2. ¡El corazón está sobrevalorado, estoy contigo.
    Lo que más jode es cuando pasa la vida y no pasa nada.
    Un besito.

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    1. Al menos que esté en nuestra mano que pase algo, aunque sea jodido, aunque sea una mierda, pero algo.

      Gracias por pasarte, de verdad.

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